En medio del camino hacia la sanación para sobrevivientes de violencia sexual, la atención plena, o mindfulness, surge como un poderoso método de autocuidado. Un estudio publicado en el Journal of Traumatic Stress resalta la eficacia de la atención plena en la reducción de los síntomas de estrés postraumático entre los sobrevivientes (Kratzer, Heinz, Pfitzer, Padberg, Jobst y Schennach, 2018). Esta práctica anima a las personas a enfocarse en el momento presente, reduciendo efectivamente la ansiedad y promoviendo la regulación emocional.